Cambios al SAV 2012 sin consulta
Cuando el país espera que el CNE informe el
calendario electoral del año 2012, para saber en qué fechas se elegirán
Presidente de la República, Gobernadores, Legisladores Estadales,
Alcaldes y Concejos Municipales, el organismo electoral sorprende al
país con el anuncio el pasado jueves 12 de mayo de la incorporación de
cambios al
utilizado en
los últimos procesos electorales.
Luego de tomada la decisión, la información oficial
conocida por la opinión pública provino de dos notas de prensa y
declaraciones de algunos rectores sobre el nuevo SAV, que resultaba
insuficiente, al no detallar los alcances correspondientes. Dos semanas
más tarde, el miércoles 25 en un taller con periodistas y el jueves 26
en una presentación a secretarios generales y técnicos de partidos, el
CNE comenzó a responder algunas de las muchas interrogantes, que
surgieron luego de una modificación inconsulta que involucra cambios
sustanciales en la manera como los venezolanos han utilizado las
máquinas de votación desde el 2004, cuando fueron incorporadas por
primera vez en el Referendo Revocatorio Presidencial.
Al cierre de esta edición del Monitor Electoral, las
inconsistentes respuestas intentadas por el CNE sólo han logrado
incrementar las numerosas dudas acerca de la solidez técnica de las
decisiones políticas tomadas por la mayoría del Directorio del organismo
electoral. El análisis técnico deberá esperar a que el CNE sustente
seriamente su decisión con justificaciones consistentes: por ejemplo, a
esta fecha, la respuesta del CNE ante el cuestionamiento del elevado
costo de las modificaciones propuestas es que supuestamente no ha hecho
ninguna estimación financiera del impacto de las mismas, pero que aún
así su decisión se aplicará completamente.
Antes de aprobar los cambios al SAV, el CNE debió
discutir con los partidos políticos y organizaciones de contraloría
ciudadana electoral, y en especial con los electores, la supuesta
necesidad de cada uno de los cambios propuestos, explicar detalladamente
las razones de su posible implantación y atenuar las naturales
aprehensiones por los riesgos asociados a la incorporación de nuevas
tecnologías. Surge la necesaria pregunta, por ser los más impactados en
caso de que los cambios sean efectivamente aplicados: ¿cuándo y cómo
pretende el CNE consultarle a los electores?