EDITORIAL
No hay tiempo que perder en el camino hacia el 7O
El miedo se vence con organización y trabajo
Mucho
se ha celebrado los resultados de las Primarias del pasado 12F. Los
analistas han expresado sus opiniones desde diversos ángulos, destacando
especialmente la superación de la barrera de los tres millones de
votantes que decidieron expresarse en un evento abierto a los 17.873.020
(corte RE 31 Oct. 2011) individuos del Registro Electoral, concretando
el éxito de este evento inédito en la política mundial. Igualmente,
expertos y neófitos han realizado proyecciones cuantitativas sobre las
posibilidades de participación y resultados en la próxima elección
presidencial prevista para el 7 de octubre de 2012.
Súmate propone como evaluación prioritaria, aquella que permita reforzar
los aciertos y superar las debilidades observadas en la organización de
las Primarias, a fin de fortalecer el trabajo electoral de los sectores
democráticos: desde el 29 de marzo, con la convocatoria oficial de las
elecciones presidenciales, hasta la culminación del período de
impugnación de resultados y la proclamación del ganador.
Para
la Defensa del Voto en las Presidenciales, se requiere formar,
aproximadamente, a 150.000 ciudadanos para que actúen como Testigos
Electorales para atender unas 40 mil Mesas de Votación. Este proceso,
con un mínimo de 10.000 talleres dictados por más de 600 facilitadores y
la garantía de asistencia de los potenciales Testigos propuestos por las
organizaciones políticas e independientes a cada taller, debe iniciarse
a más tardar en el mes de Julio, organizando oportuna, adecuada y
eficazmente al equipo de defensores del voto en cada Mesa. Para las
Primarias, cada alianza se encargó de la formación de sus respectivos
Testigos, apreciándose nuevamente la falta de aplicación de las mejores
prácticas en el ejercicio de este importante rol y en el manejo adecuado
de la normativa en algunos casos, evidenciado por ejemplo en el llenado
incompleto de los espacios previstos en las actas para firmas,
observaciones e incluso para la transcripción del total según la cuenta
de los votantes registrados en los cuadernos impresos de votación. Por
eso este proceso hay que planificarlo y organizarlo desde ya.
Adicionalmente, la logística requerida, de miles de voluntarios en todo
el país para coordinar la captación, formación y distribución de
Testigos; el centro de contactos para el seguimiento de la organización
de los equipos para cada Centro de Votación; la preparación para obtener
sus credenciales personalizadas del CNE días antes del 7-O; la operación
de los centros de apoyo para consulta y denuncias antes y durante las
elecciones; la obtención y distribución de materiales de apoyo,
transporte y comida; la recopilación, traslado, escaneo y resguardo de
las actas de cada Mesa; la convocatoria, registro y movilización de
observadores internacionales, entre otros planes a desarrollar. Este
plan de trabajo se puede comenzar desde mayo, a partir de la concienzuda
evaluación de los resultados del programa ejecutado en las Primarias.
Otro
de los temas fundamentales a conducir es la auditoría de los procesos a
ejecutar por el Consejo Nacional Electoral, CNE. Su desempeño en las
Primarias permitió a la Comisión Electoral y a la Mesa de la Unidad
Democrática, MUD, profundizar conocimientos sobre los manejos técnicos y
políticos del CNE, que servirán para terminar de orientar el control
ciudadano de sus acciones y decisiones, y la auditoría de sus procesos
para el 7-O. Los riesgos existen y hay que asumirlos, pero también el
CNE se sabe observado y auditado por las fuerzas democráticas, así como
por líderes y organizaciones internacionales con credibilidad en la
opinión pública mundial. La auditoría de los procesos del CNE requiere
de un equipo técnico, ya conformado, que sólo requiere la asignación de
los recursos correspondientes para ejecutar óptimamente esta siguiente
etapa crucial de su trabajo.
Igualmente, hay que reforzar los equipos de logística en los diferentes
países del mundo para facilitar el voto de los venezolanos en el
exterior, prestándole todo el apoyo legal y técnico y promoviéndose la
búsqueda de recursos locales que contribuyan a lograr que los
venezolanos puedan viajar y votar el 7-O, en todas las sedes
diplomáticas de nuestro país.
Será
vital recoger y escanear todas las actas de votación para que estén a
disposición pública como documento probatorio de los resultados. Esto
exige integrar los esfuerzos de todas las organizaciones políticas y no
gubernamentales con experiencia en la organización electoral, para
lograr la mayor eficiencia en tiempo y entrega de resultados. Este
subproyecto debe iniciarse dos meses antes de las elecciones.
Por
supuesto, será necesario también promover el voto. El contacto cara a
cara de la campaña de las fuerzas democráticas, debe ser la línea de
acción que oriente cada actividad a desarrollar como parte del trabajo
electoral, ya motivando para perder el miedo y estimular la
participación, especialmente de los empleados públicos y beneficiarios
de programas gubernamentales orientados a la intimidación política y al
clientelismo proselitista basado en el uso ilegítimo de los recursos del
Estado. El contacto directo debe garantizar la ampliación de la base de
votantes por la democracia el 7-O, reforzando que votar y defender los
votos es el medio ideal para que la manifestación de la voluntad de cada
ciudadano sea contada.
La
aplicación de estas recomendaciones, consolidadas como resultado de la
experiencia reciente de las Primarias, constituirá otro de sus
invalorables aportes al triunfo democrático en los comicios
presidenciales.
Los
resultados del 12F le dieron un espaldarazo a la esperanza de los
demócratas venezolanos. La alianza de las fuerzas políticas y
ciudadanas, conducidas por la Unidad Democrática y la Comisión Electoral
de Primarias, fueron la palanca de un contundente triunfo cuyo testigo
se entrega al Comando del candidato presidencial ganador.
No
hay tiempo que perder: La democracia se recuperará con la suma de
acciones articuladas por sólidos planes de trabajo orientados a un
objetivo común: el triunfo en las elecciones presidenciales del 7-O. La
primera tarea se estructura alrededor de una etapa preliminar cuyo
tiempo se agota de cara a este nuevo proceso electoral: lograr que todos
los venezolanos con derecho a votar estén adecuadamente inscritos en el
Registro Electoral, a fin de poder expresarse el 7-O por el futuro
democrático de Venezuela.
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