Han pasado más de 6 meses desde que
se instaló el actual período de la nueva Asamblea
Nacional y aún no se conoce su plan de trabajo para
2012.
Entre los deberes de este cuerpo
parlamentario se encuentra la publicación de un plan
legislativo anual, el cual incluye la lista de los
proyectos de ley a ser discutidos durante todo el
período. Así lo establece el artículo 68 del Reglamento
de Interior y Debates. Por esta misma condición de deber
se traduce a su vez en un derecho que tienen todos los
ciudadanos de conocer las actividades que realizan o
realizarán sus representantes.
El hecho de que la Agenda
Legislativa sea pública permitiría a los electores hacer
contraloría a sus diputados; según lo establece el
artículo 62 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, en el que se manifiesta que
todos los ciudadanos tienen el derecho de participar
libremente en los asuntos públicos a través del control
de la gestión pública. Hasta ahora esta Asamblea
Nacional discute y sanciona proyectos que no están
contemplados en un plan de trabajo inicial, incumpliendo
con su deber como órgano legislativo y obstaculizando el
acceso a la información a cada uno de los individuos que
hagan uso de su derecho de realizar contraloría.
Uno de los tantos casos que se
tiene como ejemplo de proyectos que se sancionan “sobre
la marcha” es la Ley de Endeudamiento Especial
Complementario (19-07-12).
La Agenda Legislativa Pública
permitiría verificar si los procedimientos para la
introducción, discusión y sanción de Proyectos de Ley se
están llevando a cabo según lo establecido por la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y
el Reglamento de Interior y Debates. La elaboración de
esta Agenda proviene de las mismas comisiones
permanentes, las cuales deben presentar ante la Asamblea
Nacional sus respectivas propuestas.
La sociedad en general debe actuar
y exigir a la Asamblea Nacional presentar cuanto antes
su plan de trabajo para 2012, pues ya han transcurrido
seis meses sin cumplir con esta obligación, que es un
paso necesario para el ejercicio de la contraloría
ciudadana.